Soy fanático del béisbol a morir, y por consiguiente desde que tengo uso de conciencia he seguido muy de cerca este fascinante deporte. También me he dedicado a ver muchas historias de éxito de diferentes jugadores, que llegan a convertirse en los número uno, pero también he visto muchos que sencillamente “se quedan en el camino”.

¿Cuál es la diferencia entre ellos?, ¿Suerte?, ¿Destino?, ¿o perseverancia?.

Todos estos jugadores que se convierten en los mejores, en los número uno, llegaron allí simplemente por dos razones fundamentales: Inteligencia y trabajo, y la segunda razón: Que cualquiera de esa cantidad inmensa de jugadores podría haber llegado a la gran carpa (donde juegan los mejores) pero no lo hicieron. No porque no fueran lo suficientemente inteligentes o porque no tenían las condiciones físicas para llegar. No: la razón por la cual la mayoría de ellos no tuvo esa oportunidad es que en algún lugar del camino se dieron por vencidos. No renunciaron a seguir en la carrera de jugar béisbol. Más bien, se dieron por vencidos en el intento de ser los mejores del mundo porque el costo les pareció excesivamente alto.

Hoy quiero comentarte sobre un tema que considero muy importante: el hecho de darse por vencido. Créalo o no, renunciar a algo es con frecuencia una estrategia excelente, una manera inteligente de manejar su vida y su carrera profesional. Sin embargo darse por vencido es justamente lo que no se debe hacer, y resulta que existe una forma sencilla de establecer la diferencia entre una posibilidad y otra.

El Inmenso Valor de Ser El Mejor del Mundo:

Nuestra cultura recompensa y reconoce a las súper estrellas, las mejores empresas, el empleado número uno. Y esto por consiguiente trae beneficios para el número uno muy diferentes a los que no lo son.

Si seguimos hablando del béisbol, lo vemos en los sueldos de los jugadores, las diferencias de los número uno son abismales comparadas con los que no lo son, lo vemos con el ranking de las películas de cine versus los beneficios de taquilla, con los curriculums vitae, con todo.

Los número uno tienen los mayores beneficios: ¿Por qué es importante ser el número uno?

La gente no tiene mucho tiempo y no quiere correr muchos riesgos. Si te diagnosticaron una enfermedad importante, no querrá perder tiempo visitando una gran cantidad de médicos. Irá directamente a consultar al “número uno”, la persona considerada como la mejor del mundo.

Cuando quiere contratar a alguien para su equipo de trabajo, buscas a los mejores (aunque luego puede ser que te equivoques), pero siempre buscas al mejor.

Usted no es la única persona que busca la mejor opción. Todos lo hacen. Como resultado, las recompensas que reporta el hecho de ocupar el primer lugar son enormes. No es una escala lineal. No es cuestión de obtener un poquito más tras dar un poquito más. No, es una curva, y, además, bastante pronunciada.

¡Por qué (en verdad) es importante ser el número uno?

La segunda razón porque ser el número uno reporta beneficios tan grandes es un poco más impactante. Estar en la cima es importante porque allí sólo hay espacio para unos pocos. La escasez hace que estar en la cima tenga valor.

¿De donde proviene la escasez?: Proviene de los obstáculos que ponen los mercados y nuestra sociedad. Proviene del hecho que la mayoría de nuestros competidores se dan por vencidos mucho antes de haber creado algo que llegué a la cima.

Exito

¿Ser el mejor del mundo?

Cualquier persona que quiera contratarlo, comprar su producto, recomendarlo, votar por usted o hacer lo que usted quiere que haga va a preguntarse si usted es la mejor opción del mundo: mejor, para ella, en este momento, con base en lo que cree y en lo que sabe, y del mundo, su propio mundo. De modo que si quiero escribir un libro, busco al mejor editor en mi idioma y al precio que yo pueda pagar. Eso es mi mejor mundo. Por consiguiente, mundo es un termino bastante flexible.

El mundo masivo esta agonizando. Ya no hay una mejor canción ni un mejor tipo de café. En la actualidad hay un millón de micromercados, pero cada uno de ellos sigue teniendo un mejor.

Mejores un termino altamente subjetivo en este momento. Yo (el consumidor) soy quien decido, no usted. Es el mundo que yo defino, con base en mi conveniencia o mis preferencias.

El mundo se esta ampliando porque ahora puedo buscar en todas partes cuando quiero encontrar algo o a alguien. Eso significa que la variedad es asombrosa, y también significa que puedo definir mi mundo de manera que sea exactamente que lo que me interesa… y encontrar mis preferencias en cualquier parte del planeta.

Por eso, aunque es más importante que nunca ser el mejor del mundo, también es más fácil serlo… si escoge lo correcto y persevera hasta el final, Aprender a renunciar a algunas cosas tal vez te convierta en el mejor del mundo.

Edgady Aponte

CEO Red21 Network C.A.

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