En estos días, el tiempo parece ser un bien escaso. Tenemos dispositivos que nos mantienen constantemente conectados con el trabajo, con los amigos y la familia, e incluso con completos extraños. Por eso, es fácil distraerse. Si eres como la mayoría de nosotros, tienes mucho que llevar a cabo. Te mostraremos una manera maravillosa de hacerlo:

  • HAZ las tareas de hoy. CONCÉNTRATE en lo que está próximo y no te permitas perder el enfoque. Luego, pasa a la siguiente tarea diaria. Una vez que hayas terminado las tareas de hoy, márcalas y sigue con las tareas de mañana.
  • Cuando hayas terminado las tareas de mañana, trabaja en las otras tareas que son para el fin de semana, y cuando hayas terminado, trabaja en las tareas que son para principios de la semana que viene. Es mejor hacer un segmento pequeño de cada tarea, que hacer una tarea enorme y laboriosa; esto mantendrá tu tiempo administrado más eficientemente, reducirá el estrés y eliminará el agotamiento.
  • Termina la lista de tareas de mañana con una de las tareas finales diarias. Cada día debe terminar con una hoja nueva de tareas para mañana, para que te mantengas en el camino correcto.

Administra tu tiempo

Consejos

  • Disfruta de todos los pequeños espacios de tiempo que suelen perderse durante el día. Ya sean los 15 minutos que tienes entre una clase y el almuerzo, o los 20 minutos desde que te levantas por la mañana hasta cuando tus hijos se despiertan; usa esos minutos libres para llevar a cabo algo, porque los pequeños aumentos de tiempo cuentan.
  • Deja de lado el concepto de «todo era para ayer» para establecer prioridades realistas.
  • Deja un intervalo breve entre las tareas para casualidades: una llamada telefónica.
  • Haz una tarea de principio a fin. ¿Conoces esos momentos cuando piensas: «¡me merezco una galleta!»?; esos son buenos. Pero, debes establecer puntos intermedios, y cada vez que llegues a uno, recompénsate con algo que lleve poco tiempo y poca concentración, si lo vas a hacer durante el proyecto.
  • No «abarques demasiado» abrumando el día con un horario irreal que sería difícil de lograr.
  • Elige sujetos y no verbos. Haz una lista de ideas y asígnale un tiempo a cada trabajo.

Mantén un registro de tu tiempo productivo con un reloj de ajedrez. Establece un horario más realista una vez que conozcas el tiempo real que se necesita para completar una tarea. El hecho de saber que una determinada tarea no te llevará más de media hora, te motivará para terminarla.
Establece tus propias reglas para medir tu logro por intervalos de tiempo.

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